Tegucigalpa,Honduras martes 14 septiembre 2021
José Armando Gómez Mejía es la prueba de que los hondureños, a donde van, son trabajadores, esforzados y emprendedores.
Nativo de Santa Rosa de Copán, donde se dedicaba a la agricultura, desde muy joven sintió el deseo de emprender, por lo que partió hacia San Pedro Sula luego de la adolescencia. Con el apoyo de su familia, estableció una venta de “pollo chuco” en la 7 calle, a inmediaciones del mercado Medina.
Lastimosamente, al poco tiempo lo asaltaron y afectaron el poco capital del que disponía, por lo que se dispuso a marcharse a Estados Unidos, pero no cerró el negocio, sino que lo dejó en manos de su padre y un hermano.
“Cuando llegué a Estados Unidos hacía de todo un poco, aquí es muy difícil, más cuando uno no tiene familia, no tiene quién lo asesore, ni lo ayude”, comentó.
Fuente: La Tribuna