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Todos sabemos lo espectaculares que son las misiones espaciales. Las ha habido tanto tripuladas como no tripuladas, como por ejemplo el lanzamiento de satélites que pueden verse desde la Tierra. Son muchísimas las misiones que se han hecho a lo largo de la historia y es de admirar la actitud de las personas que deciden subirse a esas naves y exponerse a posibles riesgos. Es por ello que la NASA está desarrollando sistemas para tratar de predecir la radiación espacial para futuras misiones de exploración en el espacio.
Lo prioritario es proteger la salud de los astronautas. Se quería saber si es posible detectar el daño que puede producir la radiación en los astronautas. Además, también se quería comprobar si existían diferencias dependiendo del sexo, la edad y otros factores.
El peligro de la exposición a la radiación
La radiación espacial nace a partir de tres cosas: partículas atrapadas en el campo magnético de nuestro planeta, partículas disparadas al espacio durante erupciones solares y rayos cósmicos galácticos. Estos últimos se producen fuera del Sistema Solar.
La exposición a la radiación puede producir enfermedades muy graves como cáncer o problemas cardiovasculares. Por suerte, en nuestro planeta estamos protegidos de ella gracias tanto al campo magnético de la Tierra como a la atmósfera.
La NASA está haciendo investigaciones sobre posibles contramedidas médicas como el uso de productos farmacéuticos o tecnología de detección temprana de enfermedades, para ayudar a mitigar las consecuencias de la exposición a la radiación del espacio.
Sin embargo, para las misiones más allá de la órbita de nuestro planeta no se puede proporcionar el mismo nivel de protección contra el blindaje o limitar el tiempo de exposición de la misión.
Es por ello que la NASA está buscando formas para preparar a los astronautas para que puedan hacer misiones más largas de forma segura.
Al mismo tiempo que las personas envejecen, sus cromosomas de alteran. Esto puede producirse de forma natural o por la exposición al ambiente. Los cromosomas tienen componentes básicos de nuestro ADN y modificarlos puede ser muy perjudicial para la salud.
Se hizo un estudio para comprobar los efectos de la radiación
La Estación Espacial Internacional hizo un estudio con 43 astronautas para comprobar si les había afectado la radiación antes y después de una misión. Para ello, se tomó una muestra de sangre antes de la misión y se comprobó sus células sanguíneas para evaluar su estado cromosómico oficial y ver cómo podía cambiar en el futuro.
Después de tomar esto, se expusieron las muestras de manera intencionada a rayos gamma en la Tierra para medir la facilidad con que sus células acumulaban cambios en los cromosomas.
Por tanto, una vez que volvieron los astronautas de acabar su misión en el espacio, se les volvió a tomar una nueva muestra de sangre con la finalidad de comprobar si había alteraciones en los cromosomas.
Se comenzaron a comparar las muestras de antes y después de la misión y se descubrieron varias cosas.
Las personas con más sensibilidad inherente tenían más probabilidad de sufrir cambios en los cromosomas que aquellas con una baja sensibilidad. Por su parte, las personas que tenían más cambios en los cromosomas con las pruebas que se hicieron antes del vuelo fueron las más susceptibles a sufrir modificaciones en ellos.
Además, también creen que si hay que hacer misiones al espacio es mejor que las hagan personas mayores ya que los jóvenes son más susceptibles a sufrir enfermedades en el largo plazo por la exposición a la radiación que las personas mayores, aunque ambas tengan sensibilidad a la radiación. Esto es debido a que los jóvenes tienen más tiempo de vida y podrían vivir el tiempo suficiente para desarrollar un cáncer u otra enfermedad.
Por tanto, es importante desarrollar una tecnología que permita conocer los niveles de radiación a la hora de hacer una misión espacial, ya que esto es vital para la salud de los astronautas.
