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La Estación Espacial Internacional, fuera de control por un fallo en el nuevo módulo ruso Nauka

El módulo Nauka tras acoplarse a la ISS

La Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) quedó este jueves durante 45 minutos fuera de control cuando los propulsores a reacción de un módulo de investigación ruso recién llegado se dispararon de forma repentina, unas horas después de su acoplamiento a la ISS. Así han informado fuentes de la NASA, quienes también han detallado que los siete miembros de la tripulación a bordo -dos cosmonautas rusos, tres astronautas de la NASA, un astronauta japonés y un astronauta francés de la Agencia Espacial Europea- «nunca estuvieron en peligro inmediato» y, que de hecho, ni siquiera sintieron ningún tipo de turbulencia.

El problema tuvo lugar tres horas después de que el módulo ruso, un laboratorio bautizado como Nauka, se acoplara a la ISS. En ese momento, los controladores de misión realizaban desde Moscú algunos procedimientos de «reconfiguración» del sistema, según han informado fuentes de la NASA. Fue entonces cuando los propulsores del módulo se reiniciaron sin previo aviso, desviando en algunas decenas de kilómetros la instalación espacial. Un desvío inesperado en la orientación de la estación fue detectado primero por sensores terrestres automatizados, seguido 15 minutos más tarde por una «pérdida de control de altitud» que duró poco más de 45 minutos, según Joel Montalbano, gerente del programa de la estación espacial de la NASA. Los equipos en tierra compensaron la desviación activando propulsores en otro módulo, por lo que el problema fue solucionado.

Si la situación se hubiera vuelto tan peligrosa como para requerir la evacuación del personal, la tripulación podría haber escapado en una cápsula de la tripulación SpaceX que aún está estacionada en el puesto de avanzada y diseñada para servir como un ‘bote salvavidas’ si fuera necesario, tal y como explicó Steve Stich, gerente del programa de tripulación comercial de la NASA.

De momento, no se ha determinado la causa del suceso, si bien desde la agencia rusa de noticias TASS achacan el problema a que el módulo operaba con combustible residual. Por su parte, Montalbano afirmó que no había señales inmediatas de daños en la estación espacial. Las maniobras de corrección de vuelo consumieron más reservas de propulsor de las deseadas, «pero nada de lo que preocuparse», afirmó.

Este incidente ha provocado que la NASA posponga al menos hasta el 3 de agosto el lanzamiento planeado de la nueva cápsula CST-100 Starliner de Boeing. La Starliner iba a despegar sobre un cohete Atlas V este viernes desde el Centro Espacial Kennedy en Florida.

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