Tegucigalpa,Honduras miércoles 07 julio 2021
El Palais des Festivals, la sede central del Festival de Cine de Cannes, es lo más cercano a un templo cinematográfico: es un enorme bastión de salas con nombres de cineastas y pantallas de cine inmaculadas. Para ingresar, se suben unas escaleras con alfombra roja.
Pero en los últimos 16 meses, el Palais de Cannes no ha sido el hogar del frenesí cinematográfico que suele acoger cada año. El festival del año pasado se pospuso primero, luego se canceló. En su lugar, el Palais acomodó camas de hospital en los primeros meses de la pandemia. Hace unos meses, se convirtió en un enorme centro de vacunación, un “vacunódromo”.
El martes próximo, el Festival de Cannes, pospuesto de mayo a julio, finalmente abrirá sus puertas para su edición 74 y probablemente, la más crítica. Su afamada alfombra roja estará otra vez inundada de estrellas. Las pantallas se volverán a encender y, quizás, las películas volverán a animar el romance y la grandeza que estuvieron inactivos durante este año de pandemia.
“Este año es una especie de peregrinación a la Meca, o incluso más”, dijo Mark Cousins, un cineasta con sede en Escocia cuya obra “The Story of film: a New Generation” se estrenará el día de la inauguración en la playa de Cannes. En el Palais, Leos Carax, el director cuyas ficciones independientes reflejan sueños de cines reales, lanzará su anticipado musical “Annette”, con Adam Driver y Marion Cotillard.
Fuente:La Tribuna