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Fue en 2015 cuando LG lanzó el primer portátil de la familia Gram, con menos de un kg de peso, algo único en aquellos años. En 2017 se incluyó una batería que duraba un día. Y en 2020, el año del inicio de la pandemia, a los Gram se añadió una nueva familia, los LG Ultra.
Ese mismo año, sin embargo, la división de portátiles de LG creció un 35% y los Gram, que eran ordenadores de gama alta llegaron a subir hasta un 17%.
¿Pero qué ocurre con 2021? Este año, según LG, la tendencia se mantiene, porque el teletrabajo parece haber llegado para quedarse. El 71,4% de las empresas, en efecto, han decidido mantener el teletrabajo como forma de relación con sus empleados. En definitiva, un terreno más que abonado para seguir vendiendo portátiles.
En este escenario y con estos antecedentes llega al mercado el nuevo LG Gram 2021. Durante la presentación, Eduardo Sánchez, responsable de la división de portátiles de LG España, explicó los múltiples cambios y mejoras que trae la versión de este año. La mayoría de ellos, según Sánchez, fruto de haber escuchado atentamente las demandas de los usuarios.
El diseño, por ejemplo, es totalmente nuevo. Se ha escondido la bisagra de la pantalla, que antes estaba a la vista y restaba espacio. También se han reducido los marcos, lo que permite tener pantallas mayores sin aumentar el tamaño del dispositivo. Y no solo se han reducido los laterales, sino también las franjas superior e inferior, más complicadas de reducir porque es precisamente allí donde se aloja mucha de la electrónica de esta clase de dispositivos.
También la pantalla ha cambiado. Empezando por el formato, que ahora es de 16:9. ¿Por qué, cuando el estándar es de 16/9? P
Según LG, porque así se consigue ofrecer, en vertical, hasta un 11% más de superficie de pantalla. Eso permitirá que veamos más información cuando estemos escribiendo, o leyendo. Sencillamente, cabe más texto sin necesidad de hacer ‘scroll’. Se visualizan más datos de una vez, y eso, según LG, redunda en más productividad.
El cambio de pantalla implica también cambios en los tamaños de los portátiles, que este año son de 14, 16 y 17 pulgadas. Y todos, dicho sea de paso, con una resolución que equivale a 2K. También se ha mejorado la gama de colores que la pantalla puede reproducir, hasta cubrir el 99% del estándar DCI-P3, que contiene todos los colores que es capaz de percibir el ojo humano.
El teclado también ha mejorado, y proporciona ahora una mejor sensación táctil. Por ejemplo, se ha aumentado el recorrido de las teclas, a 1,65 mm (antes era de 1,55 mm) Al tener más recorrido, el usuario «siente más» las teclas que pulsa. Y también el Touchpad ha crecido un 11%.
La conectividad, algo fundamental en cualquier portátil, se mantiene a pesar de ser un equipo extraordinariamente delgado: encontramos hasta siete puertos, dos de ellos USB A y dos USB C con Thunderbolt, que permiten carga rápida y transferencias veloces.
También la posición de los altavoces se ha modificado, para tener mejor salida de audio. Y ahora son más potentes, pasando de 3 a 5 vatios.
El chasis, por su parte, sigue siendo de aleación de magnesio, con certificación militar. Y se mantiene el peso, que el los tres tamaños siempre ronda 1 kg.
En cuanto al procesador, los equipos incorporan chips de Intel de undécima generación, muy potente y con una unidad gráfica sobresaliente, que permite jugar incluso a los juegos más exigentes. Además del chip, ahora se incluye memoria RAM ultrrrápida, disco duro SSD de 512 GB, ampliable hasta 4 TB. No en vano Intel ha certificado la gama Gram de LG en la plataforma Evo, en la que solo hay ordenadores de alto rendimiento.
