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Tegucigalpa,Honduras viernes 23 abril 2021
El asesor de Educación, Johnny Varela, informó que el gobierno ha reconstruido sistemas de agua y saneamiento de unos 5 mil centros de enseñanza afectados por las tormentas Iota y Eta.
Desde el año anterior, las clases presenciales fueron suspendidas por el gobierno tras el surgimiento de la pandemia y se optó por desarrollar el sistema virtual de enseñanza con lo que se rescató el período lectivo.
Varela dijo que “Honduras elaboró una herramienta de planificación para que se pudieran estructurar los tres sistemas, el universitario, formal y no formal, por lo que en el tema de infraestructura, ya se tenían los recursos que se requerían para atender esas necesidades”.
“A principios del año lectivo, la Secretaría de Educación diseñó unos lineamientos, donde se establecen tres tipos de modalidades de enseñanza para que los mismos centros educativos puedan seleccionar cuál de las opciones se ajusta a sus necesidades, frente al COVID-19”, dijo.
“El primero de los lineamientos es el de la presencialidad, el segundo es semipresencialidad y el tercero es a distancia”, precisó.
“Para el tema de la semipresencialidad, que es el que está en discusión en la actualidad, los lineamientos establecen que la comunidad educativa formada por docentes, padres de familia y con personeros de Salud, deberían definir las condiciones de agua y saneamiento de cada centro para considerar la posibilidad de reanudar las clases bajo ese esquema”.
“Esa petición debe ser formulada ante el Sistema Nacional de Gestión (Sinager) local a fin de autorizar la semipresencialidad en esos lugares”, sostuvo.
“Asimismo, se entregan unas 5 mil tablets, como una estrategia para que los niños puedan compartir entre varios compañeros el dispositivo y logren alcanzar una mayor cobertura”, señaló.
“Algo que debemos tener bien en claro es que la tecnología nunca sustituirá la construcción social que brinda el centro educativo y la relación docente-alumno-padres de familia principalmente en prebásica, básica y media”, admitió Varela.
“En ese sentido, la tecnología en Honduras se convierte solo en una herramienta a fin de fortalecer los procesos de aprendizaje, teniendo en cuenta que el impacto de la pandemia causará un retraso de tres años en el proceso enseñanza-aprendizaje”, subrayó.
Fuente: La Tribuna
