Las herramientas de diseño hasta ahora no intercambiaban datos, o lo hacían de forma poco eficiente y útil. BIM ha cambiado este panorama, ya que una de sus principales características es la interoperabilidad, pudiendo intercambiarse información entre distintos programas para poder disponer de un desarrollo y diseño más ágil y eficiente.
A pesar de que muchos programas aún no cumplen con las expectativas de interoperabilidad de BIM, muchos otros ya empiezan a apostar por ella, y se pueden empezar a ver estándares y formatos open BIM como el IFC.
Que se entiende como interoperabilidad en BIM
La interoperabilidad en BIM hace referencia a la posibilidad de que distintos programas de diseño puedan intercambiar de forma útil y eficiente su información. Para ello es necesario utilizar formatos de archivos de intercambios y utilizar los mismos protocolos de transferencia.
Con la interoperabilidad entre herramientas, BIM persigue mejorar el flujo de trabajo, fomentar el trabajo colaborativo y automatizar muchos procesos y tareas dentro de un proyecto de construcción.
Para la interoperabilidad en BIM se utilizan distintos tipos o formatos de archivos como pueden ser los BFC (BIM Collaboration Format), estándar COBIE (Construction Operations Building Information Exchange) o IFC.