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El 2020 desnudó vulnerabilidad de Honduras

Tegucigalpa,Honduras viernes 01 enero 2021

Una triple emergencia causada por la pandemia y por el paso de dos tormentas tropicales desnudó la vulnerabilidad de Honduras en el 2020, un año difícil en el que las muertes sumaron miles, las carencias salieron a flor de piel pero con ellas también la capacidad de resiliencia de los hondureños.

-Cuándo se habla de vulnerabilidad, el año 2020 “no desnudó a Honduras por que Honduras ya estaba desnuda”, indicó Nabil Kawas, decano de Ciencias de la UNAH.

-Pese al impacto económico en Honduras, de momento, los expertos descartan un nuevo cierre de la economía.

El año que ya finaliza puso a prueba todos los sistemas del país.

Desde el sistema sanitario, hasta la economía golpeada por la pandemia y la emergencia climática que dejó pérdidas mayores a los 100 mil millones de lempiras según estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

El 2020 ha sido para Honduras el peor de los últimos 80 años ya que se juntaron tres emergencias, algo que nunca ocurrió en Honduras antes, dijo a Proceso Digital el decano de la facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Nabil Kawas.

Un año que se podría repetir

En palabras de Kawas, el 2020 es un año que se podría repetir y tal vez más pronto de lo esperado.

“No creamos que va a pasar mucho tiempo para que vuelva a suceder, puede suceder en cualquier momento y Honduras debe estar preparada en todos los sentidos”, dijo a Proceso Digital el impulsor del Instituto de Ciencias de la Tierra en la UNAH.

El experto aceptó que el año 2020 desnudó una realidad que los versados habían previsto pondría en relieve la vulnerabilidad suprema del país.

Para enfrentar esta fragilidad que coloca a Honduras como uno de los países más vulnerables del planeta, el decano de Ciencias enfatizó que el único camino que existe es la inversión en la prevención, especialmente en conocimiento, educación y formación de recurso humano.

Solo la inversión en la prevención puede lograr que el país sea menos vulnerable ante las amenazas climatológicas, enfatizó el también primer centroamericano en integrar el Consejo Consultivo de la Organización de Meteorología Mundial.

Coronavirus-cambio climático

Sobre la consulta de que depara a Honduras para este 2021, el académico resumió que el país debe aprender a coexistir con el nuevo coronavirus, así como con el cambio climático y sus efectos.

Explicó que la intensidad de tormentas tropicales como Eta e Iota, que dejaron en Honduras más de cuatro millones de afectados, es producto del cambio climático, agudizado por la falta de prevención y de políticas públicas coherentes.

“Nuestro territorio tampoco nos ayuda en temas vulnerables, es un territorio muy montañoso, por lo tanto, estamos expuestos. En cierto sentido la geografía juega en contra de Honduras”, reflexionó.

Las montañas ayudan a debilitar la fuerza del viento de los huracanes que llegan al país, pero no la cantidad de lluvia que estos aportan, esto se vio claramente ejemplificado con el caso de Eta e Iota, explicó.

Apuntó que Honduras registra más desastres por inundaciones que por vientos en su historia.

¿Qué tanto se aprendió?

Proceso Digital también conversó con Edgar Josué Mejía, coordinador de la Unidad de Meteorología del Instituto Hondureño de Ciencias de la Tierra de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), para quien la pregunta que se debe hacer después del paso de Eta e Iota es ¿qué tanto se aprendió?

Reflexionó que en los últimos años Honduras pasa de experimentar intensas sequías a inundaciones severas.

Entonces es algo que se debió aprender en el camino dijo, para luego insistir en la urgencia de desarrollar políticas preventivas.

“Cuando se analizan casos extremos como los huracanes Mitch, Eta y Iota lo único que nos queda es preguntarnos ¿qué tanto hemos aprendido?”, apostilló.

Seguidamente recordó que en el año 2019 y parte del 2020 Honduras experimentó una sequía intensa y repentinamente, al final de este año, sufrió inundaciones.

Un país herido

El resultado de los embates de Eta e Iota en este año fueron un país herido y que tardará quizás décadas en recuperarse económicamente”, razonó.

Ejemplificó que tras el paso del huracán Mitch hace 22 años, Honduras aún no se ha recuperado.

En ese sentido, vaticinó que Honduras podría tardar décadas en recuperarse de  los efectos de Eta e Iota y eso sin estar seguro que no se volverá a sufrir de una amenaza climatológica más grave en un menor tiempo, reiteró.

“Con el tema del cambio climático deberíamos saber que lo probable es que estos fenómenos se adelanten y ya no tengamos que esperar dos décadas para que sucedan”, exteriorizó.

Advirtió que no se puede continuar de la misma manera por lo que el país  debe invertir en prevención, de lo contrario está destinado a repetir la misma historia una y otra vez.

Economía venía en declive

Sobre el impacto a la economía que Honduras sufrió en 2020, Proceso Digital consultó con el experto del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), Claudio Salgado, quien indicó que la economía nacional ya venía en declive antes de la pandemia, Eta e Iota.

“Ha sido un año muy catastrófico, pero no todo se lo podemos achacar a la pandemia y a las tormentas tropicales, la verdad que la economía hondureña ya venía presentando un declive”, razonó el economista hondureño.

Desglosó que el decrecimiento pasó del 2017 de 4.7, en 2018 a 3.8 y en 2019 fue de 2.1, por lo que ya se esperaba una reducción en este año.

Sin embargo aceptó que tanto la pandemia como las tormentas tropicales acentuaron la situación al punto de llevar al país a un decrecimiento de al menos 10 por ciento.

Fácilmente se podría hablar de unos 10 años para la recuperación económica de Honduras, zanjó.

Servicios, industria y agricultura

Dilucidó que durante la pandemia los sectores más golpeados económicamente, son los servicios y la industria.

Entre tanto después del paso de las tormentas tropicales Eta e Iota fue la agricultura la que sufrió mayor impacto, agregó.

No obstante, – dijo -, todos los sectores en el país han resentido directa o indirectamente el paso de la pandemia y de las amenazas climatológicas.

Finalmente compartió que pese al aumento de casos COVID-19 y de la creciente ola que ya enfrenta el país, la economía no está preparada para soportar un nuevo confinamiento por lo que llamó a la población a tomar sus propias medidas y al sistema sanitario a hacer lo oportuno.

Así, Honduras da paso a un 2021 incierto, con la pandemia viva, la economía en franco bache y las potenciales amenazas climáticas demandantes de una política preventiva coherente, que ponga, al fin, un alto a la vulnerabilidad que acecha.

Fuente: La Tribuna

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