Con un saludo militar. Así despedía Sebastian Rosiak, ingeniero de propulsión de SpaceX, el cohete B1060 que la compañía sacrificó el domingo con el objetivo de lanzar dos satélites Galileo de la Comisión Europea.
Un vuelo de altura para la Comisión Europea. El Falcon 9 despegó a las 0:34 UTC del 28 de abril para poner en órbita dos satélites de navegación Galileo, la versión europea del GPS, que depende de SpaceX ahora que el cohete Ariane 5 está jubilado y el cohete Ariane 6 aún no ha entrado en funcionamiento.
Debido al esfuerzo extra que supone lanzar dos satélites a una órbita media de 23.220 km de altura, estaba previsto que la primera etapa del Falcon 9 no tuviera suficiente combustible para aterrizar, por lo que fue desechada al separarse de la segunda etapa para estrellarse en el océano una vez cumplida su misión.
Primer Falcon 9 que SpaceX desecha en un año y medio. Aunque es común con la etapa central del Falcon Heavy (y prácticamente con el resto de cohetes del mundo) esta ha sido la primera vez desde noviembre de 2022 que SpaceX gasta un propulsor de Falcon 9.
En la mayoría de misiones del cohete, queda suficiente combustible después de la separación de etapas para que el propulsor aterrice, bien en una barcaza autónoma en el océano o bien en tierra firme. Luego el cohete se revisa y vuelve a volar, con la excepción reciente de aquel que se cayó al mar durante una tormenta.
Un curriculum digno de la despedida con honores. Hacía 146 vuelos que SpaceX no desechaba arbitrariamente un Falcon 9. La antigua etapa B1060, despedida este fin de semana, había despegado 20 veces, igualando el récord.
A lo largo de su trayectoria, este cohete lanzó 228 toneladas de carga a la órbita y más allá (fue el lanzador de la misión lunar Intuitive Machines IM-1). También ha protagonizado las misiones GPS III-3, Turksat 5A, Transporter-2, Intelsat G-33/G-34, Transporter-6 y 13 lanzamientos rutinarios de satélites Starlink.
Más cohetes aterrizados por SpaceX que lanzados por otros. Gracias a su capacidad única de reutilizar partes del Falcon 9, SpaceX ha aterrizado ya 300 veces, tantas como han volado la mayoría de sus competidores, a excepción de los cohetes rusos (el Soyuz-U sigue siendo número 1 con cerca de 790 lanzamientos).
Quizá lo más sorprendente sea la tasa de éxito en los aterrizajes del Falcon 9: más del 96%, teniendo en cuenta los 11 fallos que SpaceX acumula desde 2017.
El cohete que lanzó los satélites Galileo no solo llevaba una primera etapa que había sido usada otras 19 veces, sino también dos mitades usadas de la cofia que se coloca en la punta del lanzador para proteger a los satélites (y que se recuperan del mar gracias a un sistema de aviónica y un paracaídas). Starship cerrará el círculo cuando se convierta en el primer cohete orbital totalmente reutilizable.