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El Worldcoin, la criptomoneda que Sam Altman, CEO de OpenAI, ha puesto en circulación hace poco más de un mes, se está derrumbando de manera estrepitosa. De acuerdo a la información de The Block, el Worldcoin perdió el 44% de su valor en cuestión de 30 días. Su mayor tropiezo se produjo el viernes 25 de agosto tras reportarse una caida del 9,1%.
Cuando el Worldcoin inició su camino, valía $2,36 dólares. Al momento de escribir esta publicación, se ubica en torno a los $1,33 dólares. Para Jeff Mei, director operativo de la plataforma de intercambio BTSE, la situación del Worldcoin es bastante preocupante, pues otras criptomonedas han mostrados signos de recuperación en semanas recientes.
«La reciente caída en el precio del Worldcoin es una tendencia preocupante, especialmente si se compara con los signos actuales de recuperación en otros tokens como el XRP».
Jeff Mei.
Ahora bien, el temprano desplome del Worldcoin no es una simple causalidad. De hecho, existen motivos fundamentales que han puesto en duda el futuro de esta criptomoneda.
Debemos recordar que el Worldcoin se otorga a aquellas personas dispuestas a ceder sus datos biométricos a la empresa homónima fundada por Altman. El objetivo de la entidad es crear un World ID, una identificación virtual única, y una base de datos de «seres humanos auténticos».
Worldcoin y el temor en torno a la privacidad
En un principio, Worldcoin arrancó con el pie derecho. El dispositivo para escanear los ojos, una curiosa esfera con una cámara, se colocó en 35 ciudades de diversas partes del mundo. Otras más se sumaron en semanas consecuentes. Pero, evidentemente, no tardaron en surgir las primeras preocupaciones sobre la privacidad.
¿Cómo se almacenan esos datos?, ¿qué control tienen los usuarios sobre los mismos?, ¿Worldcoin puede ceder esa información a terceros si lo cree conveniente? Las incógnitas no dejaron de aparecer y, finalmente, algunos gobiernos voltearon a ver con inquietud la propuesta del también CEO de OpenAI.
Gran Bretaña, Francia y Alemania pusieron en marcha una investigación para analizar las prácticas de Worldcoin. Organización independientes, como Big Brother Watch, también están alzando la voz: «Los sistemas de identificación digital aumentan el control estatal y corporativo sobre la vida de las personas.»
«A pesar de su reciente lanzamiento, Worldcoin se enfrenta a obstáculos regulatorios debido a preocupaciones sobre la privacidad de los datos. Esto ha provocado la exclusión de ciudadanos estadounidenses de comprar o comercializar el token, exacerbando la presión de venta.»
Jeff Mei.
Así pues, la posible intervención de las autoridades pone en duda el valor y, desde luego, el futuro del Worldcoin.
Y si esto no fuera suficiente, este mismo mes el gobierno de Kenia, donde una notable cantidad de personas cedieron sus datos biométricos a cambio de la criptomoneda, suspendió la actividad de Worldcoin en el país.
Mei recalca que son múltiples factores los que están contribuyendo a la caída del Worldcoin. Sin embargo, ninguna tiene tanto peso como las dudas que genera su actividad de cara a los organismos reguladores que protegen la privacidad. Será interesante ver cómo la compañía reacciona ante las inminentes revisiones de las autoridades.
