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SAN FRANCISCO DE BECERRA, Olancho. 09.03.2023
Con un desfile hípico en el que participaron más de 200 caballistas de varios sectores del país, las autoridades y la población del municipio de San Francisco de Becerra, en el departamento de Olancho, iniciaron su feria en honor al patrón San Francisco de Asís.
El evento se desarrolló en un ambiente muy agradable, con un sol cálido, en una tarde llena de arte, música y color. Muchas personas disfrutaron de la feria y aplaudieron el paso de los caballos.
En el desfile se apuntó todo tipo de jinetes, quienes disfrutaron al engalanar el evento con sus mejores ejemplares. Hondureños de Danlí, Juticalpa y de diferentes partes de Olancho se hicieron presentes en la actividad.
TRADICIÓN GANADERA
El 4 de octubre de 1657, la aldea de San Francisco de Asís fue fundada por los clérigos fray Fernando de Espino, fray Pedro de Ovalle, Ovalle Bersuam y Lorenzo de Guevara. Según la historiadora Carmen Fiallos, el lugar era un incipiente punto de avanzada para el establecimiento de encomiendas y control indígena en la ribera este del río Guayape.
En 1870 el poblador acaudalado, José María Barahona, tenía un corral en el lugar que hoy ocupa la iglesia católica, por lo que la señora Juana de Rojas, dueña de la hacienda “El Oriental”, que quedaba a la orilla de la quebrada Iscamile, a 3 kilómetros del pueblo, donó tres caballerías de terreno y construyó dos corrales de madera en lo que hoy es el parque central.
Según los registros, era mucho el apogeo ganadero, por lo que los nativos de San Francisco de Asís, forasteros y hacendados de los alrededores, viendo la fama de los corrales, comenzaron a llamarlo San Francisco del Corral, o San Francisco de Corrales.
En 1881, los pobladores de San Francisco de Corrales comenzaron la construcción de la iglesia católica, la cual duró dos años y la iglesia se inauguró en la feria de San Francisco de 1882.
RIQUEZA HISTÓRICA
El albañil encargado de la edificación del templo fue Marcos Cárcamo, mientras que el encargado de hacer el artesón y el techo, fue Julio Sosa.
En 1887, en el censo de población de 1887, levantado por el padre Antonio R. Vallejo, en el gobierno del doctor Marco Aurelio Soto, el municipio figuraba como aldea de Juticalpa.
Entre los primeros pobladores, la historia registra el matrimonio de Juan Bautista y Catalina Canelas, después llegó un señor muy rico, llamado José María Barahona, quien tenía un corral en el lugar que actualmente ocupa la iglesia católica, y que era el padre del abogado.
El Palacio Municipal comenzó a funcionar en la casa de don Santiago Padilla, a una cuadra al norte del parque central y allí se instaló el gobierno municipal.
La primera maestra que se encargó de enseñar las letras a los niños de San Francisco de Becerra, fue Dominga Chirinos de Bonilla, madre del general Manuel Bonilla. Ella vivía en la hacienda de La Roqueta, en la actual aldea de Pueblo Viejo, a 4 kilómetros al sur del casco urbano municipal. (FS)
