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Tegucigalpa. 02.03.2023
El gobierno debe apostarle a un modelo de producción de sostenibilidad como elemento único para garantizar la seguridad alimentaria, urgieron ayer representantes de organizaciones de consumidores.
“No podemos depender de una cuota de importación de productos alimenticios, por ejemplo, el plátano verde de Guatemala y otras verduras y legumbres de otros países”, señaló el defensor de los consumidores, Adalid Irías.
Honduras abastece también el mercado nacional con aguacate de México y cebolla de Holanda, entre otros alimentos que perfectamente se pueden impulsar en el país.
Por su parte, los insumos importados para el sector primario totalizaron 675.5 millones de dólares, 128.9 millones de dólares más de lo reflejado en 2021, debido al crecimiento en las importaciones de maíz provenientes de los Estados Unidos.
“Debemos corregir este problema fortaleciendo la producción hondureña”, insistió Irías.
En ese contexto, el gobierno debe apostarle a la producción nacional, sobre todo, en granos básicos y hortalizas, para no depender de la importación de maíz, arroz y el frijol ya que también significa fuga de divisas.
Para fortalecer el poder de compra, se debe crear fuentes de empleos y la reactivación de los cultivos ante la afectación provocada por huracanes, tormentas tropicales y la pandemia del coronavirus.
El fortalecimiento del poder de compra de consumidores pasa por los ajustes de salarios mínimos porque estos son afectados por la inflación de costos y al final son trasladados a los hondureños mediante el incremento de precio de los productos, concluyó.
El valor de las importaciones de alimentos y bebidas a diciembre de 2022 totalizó 2,122.2 millones de dólares en el 2022, mayor en 271.8 millones de dólares a lo acumulado en 2021, según el informe de comercio exterior del Banco Central de Honduras (BCH).
La tendencia se explicó particularmente por las importaciones de alimentos y bebidas procesadas, concretamente para el consumo doméstico que sumaron 1,496.9 millones de dólares, mayor en 150.4 millones de dólares de forma interanual; sobresaliendo los productos de panadería, preparaciones alimenticias, en su mayoría con origen de Guatemala y El Salvador.
Asimismo, las compras externas de alimentos y bebidas procesadas para la industria reflejaron un alza de 72.8 millones de dólares, en especial leche y nata con procedencia de los Estados Unidos y aceite de palma refinado para la elaboración de productos del consumo humano desde Guatemala e Indonesia.
Fuente: latribuna.hn
