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Estamos a una semana de que Apple presente su nueva familia de teléfonos y, de momento, hay varias cartas sobre la mesa. Una de ellas es la que relaciona los terminales de la manzana con las llamadas vía satélite.
Ayer justo lanzamos una noticia que traía todo lo que sabíamos y todo lo que suponíamos sobre el iPhone 14 y todos sus hermanos. Porque estamos a muy pocos días de que sean oficiales, con el evento Far Out ya programado para el 7 de septiembre.
Entre las novedades que traería el iPhone 14, las llamadas satelitales son lo que más ha llamado la atención del público, que ve esta característica como algo del futuro, si bien esta tecnología tiene décadas de antigüedad. Por cierto, iOS 16 debería ser protagonista.
El lunes, el famoso analista Ming-Chi Kuo afirmó que Apple había «completado las pruebas de hardware para esta función» con el iPhone 14, pero que tendría que negociar un modelo de negocio con los operadores si quiere incluirla.
Según Kuo, «que el iPhone 14 ofrezca el servicio de comunicación por satélite depende de que Apple y las operadoras puedan pactar el modelo de negocio«. Kuo dice que este obstáculo puede haber retrasado ya la función una vez: según él, el actual iPhone 13 ya era compatible con dicha función.
El jueves pasado, T-Mobile (una de las operadoras más grande de Estados Unidos) anunció que estaba trabajando con SpaceX para lanzar su propio sistema de comunicaciones de emergencia por satélite, el cual funcionará con muchos teléfonos existentes con capacidad 5G.
Por su parte, AT&T está trabajando con una empresa llamada AST SpaceMobile, cuyo objetivo es proporcionar banda ancha transmitiéndola a los teléfonos vía satélite. Verizon también se ha asociado con el proyecto de satélite Kuiper de Amazon.
Dado que las redes de satélites suelen funcionar en todo el mundo, es posible que Apple tenga que llegar a acuerdos con operadores internacionales y, potencialmente, con gobiernos, explican en The Verge.
El funcionamiento de las llamadas vía satélite es sencillo: solo hay que marcar el número con el que queremos establecer comunicación al igual que en cualquier teléfono móvil, en ese momento, el dispositivo buscará el satélite más cercano para enviar la señal de llamada.
A continuación, el satélite devuelve la transmisión a la Tierra al receptor de la puerta de enlace, que transmite las llamadas a los sistemas terrestres. Si la conexión no es exitosa, la señal regresa al espacio para encontrar otro enlace y conectar la llamada; este proceso se puede realizar tantas veces como sea necesario hasta que se encuentre un sistema terrestre receptor.
Hoy en día existen principalmente tres redes telefónicas satelitales y 2 tipos de constelación: satélites en órbita baja (Iridium) y satélites en órbita geoestacionarios (GEO), también llamados satélites geoestacionarios (Inmarsat y Thuraya).
Los satélites de órbita baja requieren una arquitectura más compleja, pero garantizan una cobertura excelente, incluso en regiones polares y montañosas, que no siempre es el caso de los satélites en órbita geoestacionaria, donde si un usuario se encuentra en una cueva la conexión es imposible.
