Pese a que toda la investigación humana fuera de la Tierra se centre en Marte y en la Luna, por temas de cercanía, hay más planetas y satélites circulando por nuestro Sistema Solar. Y en Venus hay posibilidades de encontrar vida.
Hace dos años un grupo de científicos encontró indicios de vida en Venus. Sí, como lo estás leyendo. Uno de los planetas más fascinantes de nuestro sistema podía albergar vida. No inteligente, claro, sino microbios. Al fin y al cabo, estos también son seres vivos pese a que hablen mucho.
Desde entonces la existencia o no de vida en Venus es objeto de gran debate entre los científicos, pero un nuevo estudio podría cerrar el caso. Los investigadores de Cambridge han analizado la atmósfera de Venus y no han encontrado ningún signo de las huellas químicas que se espera que produzcan los microbios.
A primera vista, Venus parece estar muy alejado de los lugares probables para encontrar alienígenas. Las temperaturas en la superficie alcanzan los 464 °C, lo suficientemente caliente como para fundir el plomo.
La atmósfera está compuesta por un 96% de dióxido de carbono, y la presión atmosférica es tan aplastante como estar a 900 m (3.000 pies) bajo el mar en la Tierra.
Sin embargo, se ha propuesto que la vida microbiana podría encontrar refugio en los cielos, a altitudes entre 48 y 60 km, donde las temperaturas y presiones son más parecidas a las de la Tierra.
Se han observado manchas oscuras de nubes a esta altura, con firmas ópticas que se parecen sospechosamente a ciertos microbios terrestres que se alimentan de dióxido de carbono y excretan ácido sulfúrico, ambos comunes en la atmósfera de Venus.
Para hacer las cosas más emocionantes, en 2020 los astrónomos informaron de la detección de fosfina en la atmósfera del planeta, una molécula que se sabe que es producida principalmente por microbios anaeróbicos y, como tal, se considera una bioseñal útil para la vida en otros mundos.