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Un festín en Stonehenge lleno de parásitos

El monumento prehistórico de Stonehenge en Wiltshire, Reino Unido

 

Los constructores del famoso monumento megalítico de Stonehenge, en Inglaterra, celebraron grandes banquetes, pero no todos terminaron con una buena digestión. Investigadores han analizado heces antiguas encontradas en Durrington Walls, una aldea prehistórica a solo 2,8 km de la construcción de piedra y que se cree albergó a las personas que la levantaron. En los coprolitos, dejados por humanos y perros, descubrieron evidencias de huevos de gusanos parásitos, lo que sugiere que esos individuos se dieron un festín con las vísceras y los órganos internos del ganado, crudos o mal cocidos, y alimentaron a sus mascotas con las sobras.

Arqueólogos dirigidos por la Universidad de Cambridge estudiaron diecinueve coprolitos encontrados en el poblado neolítico y conservados durante más de 4.500 años.

Cinco piezas, dejadas por un ser humano y cuatro perros, contenían huevos de parásitos. Y cuatro de ellas, incluida la humana, estaban plagadas de gusanos capillaridos, identificados en parte por su forma de limón.

Coprolito humano de Durrington Walls
Coprolito humano de Durrington Walls – Lisa-Marie Shillito

Hay muchos tipos de capillaridos que infectan a una amplia gama de animales en todo el mundo, pero en las raras ocasiones en las que una especie europea infecta a seres humanos, los huevos suelen alojarse en el hígado y no llegan a las heces. Que en este caso los huevos fueran encontrados en las heces indica que el individuo había comido los pulmones o el hígado crudos o poco cocidos de un animal ya infectado, lo que provocó que los huevos del parásito pasaran directamente a través del cuerpo.

Fiesta invernal

Los parásitos, los primeros del neolítico encontrados en Gran Bretaña, «son compatibles con la evidencia previa de un festín invernal con animales durante la construcción de Stonehenge», asegura Piers Mitchell, del Departamento de Arqueología de Cambridge y autor principal del estudio. Los investigadores creen que fueron vacas traídas para un gran banquete desde Devon o Gales, a casi cien kilómetros, las que originaron la infección al ser consumidas. Los patrones de carnicería previamente identificados en los huesos de ganado sugieren que la carne de res se cortó principalmente para guisar y se extrajo la médula ósea. Las personas comieron la carne en mal estado y dieron los restos a sus perros. Según Mike Parker Pearson, del Instituto de Arqueología de la UCL, «el cerdo y la ternera se asaban o se hervían en ollas de barro, pero parece que las vísceras no siempre estaban tan bien cocidas».

Huevo microscópico de tenia de pescado encontrado en coprolito de perro. La barra de escala negra representa 20 micrómetros
Huevo microscópico de tenia de pescado encontrado en coprolito de perro. La barra de escala negra representa 20 micrómetros – Evilena Anastasiou/Universidad de Cambridge

Uno de los coprolitos pertenecientes a un perro contenía también huevos de tenia de pescado, lo que indica que previamente había comido pescado de agua dulce crudo. Sin embargo, no se ha encontrado en el lugar ninguna otra evidencia de consumo de pescado, como espinas. «Durrington Walls estaba ocupado en gran parte por temporadas, principalmente en los períodos de invierno. El perro probablemente ya llegó infectado con el parásito», sostiene Mitchell.

«La infección por tenia (como se ve en el perro) puede causar molestias abdominales y, en ocasiones, provocar anemia. Sin embargo, los huevos de los capilaridos no indican infección de humanos o perros», indica el investigador.

Si bien Durrington Walls era un lugar de fiesta y vivienda, como lo demuestra la cerámica y la gran cantidad de huesos de animales encontrados en el lugar, Stonehenge en sí no lo era, con pocos hallazgos que sugieran que la gente vivía o comía allí en masa.

Solsticio de invierno

Según Mitchell, «la evidencia isotópica sugiere que en el período neolítico personas de todo el sur de Gran Bretaña viajaban a Stonehenge con sus cerdos y ganado, que comían en Durrington Walls. Los lechones nacieron en primavera (marzo) y fueron sacrificados en Durrington Walls a los 9 meses de edad (diciembre/enero). Esto coincide con el solsticio de invierno, cuando el sol en el día más corto del año se alinea con el círculo de piedra de Stonehenge al amanecer». Su propósito era, «primero, construir el círculo de piedra, y luego, celebrar festivales alrededor del solsticio de invierno, sacrificando cerdos y ganado para comer juntos».

Stonehenge es considerado un monumento espiritual o religioso, construido por los neolíticos para que estuviera alineado con el sol del amanecer en el solsticio de invierno (el día más corto del año) y el solsticio de verano (el día más largo del año). Es parte de un sitio ceremonial complejo con otros círculos (de piedra o madera), túmulos funerarios y rutas ceremoniales para procesiones.

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