Por eso, por un lado vuela gracias a los sensores que detectan posibles obstáculos y, por otro, a los mapas realizados por los miembros de la misión. Gracias al conocimiento de la zona, era relativamente fácil dar órdenes, a través del rover Perseverance, su compañero inseparable. Estas órdenes constituían una especie de ruta programada, para la que no se necesitaba comunicación en tiempo real.
El problema es que, una vez finalizado el tercer vuelo, comenzaron a entrar en zonas menos exploradas y, superado el quinto, totalmente desconocidas.
Sin embargo, al superarse este con éxito, decidieron seguir probando. No fue una sorpresa que en el sexto vuelo el helicóptero Ingenuity diera un pequeño susto a los miembros de la misión. Sí fue sorprendente lo rápido que se pudo solucionar el problema y cómo logró finalizar el intento con éxito. Decidieron que quizás un séptimo intento no fuera descabellado. Y así, poco a poco, han llegado hasta el décimo segundo.
¿Hasta cuándo durará?
El helicóptero Ingenuity ha superado ya cualquier expectativa previa de longevidad. En un inicio la misión estaba compuesta por cientos de personas. No obstante, a medida que ha ido haciéndose con el planeta rojo muchas de ellas se han ido descolgando hasta que, según cuentan desde Science Alert, han quedado solo doce atentas a él.
Pero son suficientes, dados los resultados. El vehículo lo está haciendo muy bien y el trabajo de los científicos que lo supervisan desde la tierra es inmejorable, pero hay que reconocer que también se ha topado con unas condiciones muy propicias.
Según declaraciones recogidas por AFP del jefe del equipo de ingeniería mecánica, Josh Ravich, ni las temperaturas, ni el viento, ni el sol han sido tan extremas como para poner en serio peligro al vehículo. Sí que es cierto que ha logrado volar con vientos mayores que los que se había predicho que podría soportar. Pero nada extremo. Ahora, en cambio, la cosa podría cambiar, pues se acerca el invierno marciano y eso podría ser un desafío para el helicóptero Ingenuity.
De cualquier modo, incluso si dejara de funcionar en este mismo momento, ya habría logrado mucho más de lo que se pensaba que podría hacer. El objetivo para el que se creó es facilitar el camino de Perseverance, buscándole rutas seguras y de interés científico. Por ejemplo, el destino inicial que se había trazado para el rover, una región llamada South Seitha, ha resultado ser menos interesante de lo que se creía, por lo que probablemente haya que cambiar de rumbo.
De momento, habrá vuelo trece. O al menos se intentará. Y, visto lo visto, no sería extraño que haya más aún. Sin embargo, hay que estar preparados para cualquier cosa, por lo que la NASA ya está pensando en alternativas.
Por ejemplo, un nuevo vehículo motorizado, algo más grande. El helicóptero Ingenuity pesa algo menos de 1,8 kilogramos, por lo que no podría transportar cargas útiles con él. Por eso, si construyen otro se espera hacerlo de 20 a 30 kg; para que, además de buscar las mejores rutas, sirva para llevar, por ejemplo, las rocas recolectadas por Perseverance. Pero eso sería de cara a un futuro. De momento parece que Ingenuity tiene aún guerra que dar. Muchísima más de la que sus creadores podrían haber llegado a soñar.