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El Tesla Model 2 es, probablemente, el coche eléctrico más esperado de la marca. Todavía no sabemos mucho sobre él –ni siquiera conocemos cuál será su nombre final–. Y tampoco se espera que sea un vehículo espectacular en los mismos sentidos que el Roadster, el Model S Plaid o el Cybertruck. Pese a ello, todo parece indicar que se convertirá en uno de los vehículos más importantes de la historia de Tesla. ¿La clave? Su precio.
La idea, según explicó Elon Musk en el último Battery Day, es vender el Tesla Model 2 por unos 25.000 dólares. Una cifra significativamente más asequible que la del Model 3 –el vehículo más barato que vende Tesla en estos momentos– que, además, abriría las puertas de un público mucho más amplio. Para lograr ese objetivo, la marca se apoyaría, entre otras cosas, en las futuras baterías estructurales, que permitirían rebajar los costes de fabricación del vehículo.
Pero, ¿cuándo llegará el Tesla Model 2 al mercado? Según recoge Electrek, Elon Musk anunció durante una reciente reunión interna que el objetivo es arrancar la producción de este coche en 2023. Por lo tanto, su presentación oficial podría producirse en algún momento de ese mismo año o incluso en 2022. El ejecutivo, no obstante, no se quedó ahí. «¿Queremos que este coche tenga volante y pedales?», preguntó a sus empleados poco después.
Lanzar un Tesla Model 2 sin volante en apenas dos años, no obstante, parece bastante improbable. Para alcanzar esa meta, Tesla tendría que terminar el desarrollo de su software de conducción autónoma total. Un sistema que, por cierto, ha sufrido diversos retrasos en los últimos años. La compañía, además, tendría que lograr la aprobación de los diversos organismos reguladores, lo que supone una tarea para nada sencilla.
Tesla, por otra parte, no siempre cumple con los plazos que comunica públicamente. En 2019, por ejemplo, publicó una imagen de un Model 3 sin volante ni pedales afirmando que el objetivo era lanzar un vehículo como ese en apenas dos años. Y algo parecido sucedió con el Model Y, el cual, según un reciente libro, no debería haber tenido ni volante ni pedales, según la idea original de Musk.
