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Tegucigalpa,Honduras jueves 14 enero 2021
Lágrimas, golpes e insultos eran parte de la vida de Bessy Karina Soto, hace 13 años, al ser una de las miles de mujeres que cada año son víctimas de violencia doméstica en Honduras.
Hoy, esta «catracha» triunfa en Estados Unidos, al haber creado una microempresa de calzado a la que llamó BEENWO (Bessy Enterprising Woman), la cual significa en español Bessy, Mujer Emprendedora.
Vivir atrapadas en el círculo de la violencia doméstica y hasta morir en manos de sus agresores es el destino de muchas hondureñas que no logran escapar de este flagelo, por lo que la historia de Bessy ha inspirado a numerosas mujeres a no dejar de luchar por un mejor futuro.
Originaria del municipio de Dulce Nombre de Culmí, en el departamento de Olancho, desde niña, Bessy siempre quiso seguir los pasos de su madre, Blanca Luisa Guifarro, a quien describe como «una mujer luchadora y guerrera, que siempre buscó la manera de emprender».
«Me gustaría que mi historia salga no para verme yo en alto, no para eso, si no para inspirar a otras mujeres y que vean que sí se puede», afirma la emprendedora, madre de cinco hijos.
SECUELAS PSICOLÓGICAS
Aún consternada por lo vivido, cuenta que «soy una mujer que salió huyendo por violencia doméstica», pues se vio obligada a emigrar a Estados Unidos para salvar su vida.
Estando en la nación del norte, sin embargo, cargó consigo «una depresión severa por siete años», secuela psicológica del daño sufrido a manos de su expareja, en Honduras.
Bessy recuerda que, sin darse por vencida, «tuve la bendición de que ocurriera un milagro», pues su solicitud de asilo en Estados Unidos le fue aceptada.
Fuente: La Tribuna
