El 31 de diciembre de 2019, responsables de salud en la ciudad china de Wuhan daban a conocer unos misteriosos casos de neumonía. El 8 de enero, el mundo entero ya sabía que se trataba de un nuevo coronavirus y solo dos días después, un grupo científico hacía pública la secuencia genética de lo que hoy se conoce como SARS-CoV-2. En solo cuestión de horas, comenzó la búsqueda de una vacuna contra el Covid-19. En febrero, cuando la amenaza global era una certeza, un buen número de laboratorios de todo el mundo ya habían lanzado sus proyectos con diferentes estrategias. El 20 de abril, cinco compañías realizaban ensayos clínicos y otros 71 candidatos se encontraban en ensayos preclínicos. Ahora, ya hablamos de 52 ensayos clínicos y 162 en desarrollo. De todas las vacunas, han sido las que emplearon la novedosa técnica del ARN mensajero, las de Pfizer-BioNTech y Moderna, las primeras en cruzar la meta, con un 95% de eficacia.
La revista «Science» ha reconocido este ingente esfuerzo como el avance científico más importante de 2020. No podía ser de otra manera. Como explica la prestigiosa publicación, una confluencia de fuerzas propulsó la ciencia desde cero a una vacuna contra el coronavirus a una «velocidad revolucionaria». Lo que normalmente cuesta llevar a cabo casi una década, se ha logrado en cuestión de meses. «Nunca antes tantos competidores trabajaron tan abierta y frecuentemente. Y nunca antes gobiernos, industria, ámbito académico y entidades sin ánimo de lucro invirtieron tanto dinero, esfuerzo y cerebro en la misma enfermedad infecciosa», dicen desde «Science». Todo ello en lo que denominan una «segunda pandemia de desinformación y caos político», en la que en muchas ocasiones «los científicos fueron tratados como el enemigo».
Aunque el virus ha oscurecido los logros en otros ámbitos científicos, también han existido. «Science» ha incluido en su lista el hallazgo en Indonesia de la pintura figurativa más antigua (una mágica escena de caza de hace unos 44.000 años), las primeras enfermedades curadas con la técnica CRISPR, el origen de unas misteriosas y rapidísimas emisiones de radio (FRB) en el espacio o el descubrimiento de que las aves son más listas de lo que creíamos.