Vince fue el nombre del primer huracán formado en una zona atlántica cercana a la Península Ibérica. Era 2005 y la Agencia Estatal de Meteorología informaba de una «situación atmosférica singular». Ese año se dieron 28 fenómenos en el Atlántico norte, una marca batida ese año cuando a mediados de este mes la AEMET avisaba de que el 29º huracán atlántico de 2020, Theta, afectaría a España en las islas Canarias.

La energía ciclónica acumulada en 2020 va por una magnitud de 178,8. Un 69% por encima de la media 1981-2010 lo que la coloca en el rango de «extremadamente activa», según la clasificación del Centro Nacional de Huracanes de EEUU.

En estos 15 años, España ha sufrido numerosos huracanes que han empeorado otros desastres naturales, como el huracán Ofelia que avivó las llamas de los incendios forestales del noroeste del país hace 3 años.

Como recuerda elDiario.esla Agencia Nacional del Océano y la Atmosfera de EEUU (la NOAA) dijo en ese momento: «La mayoría de los investigadores concuerdan en que es más que probable que el cambio climático esté provocando que los impactos de estos fenómenos sean mucho peores«.

A Ofelia le siguieron Leslie, Pablo o Lorenzo, que afectaron en mayor o menor medida a la Península.

Desde 2005, se ha generado una energía acumulada por encima o extremadamente por encima de lo normal. Como apunta el mismo medio, cuando se termine la temporada actual se habrán encadenado 5 cursos consecutivos con medias superiores a la histórica.