Tanto la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) como la Agencia Internacional de la Energía han modificado sus predicciones en cuanto a la futura demanda mundial de crudo. Se trata de dos pronósticos que estiman que este combustible fósil está a punto de alcanzar sus niveles máximos de demanda, que llegará a su pico en 2040.

Los productores de petróleo siempre han tenido un gran reto ante sí, averiguar qué hidrocarburos se consumirán en los próximos años. Las predicciones que manejaba el sector siempre iban en ascenso. Así ha sido, al menos, hasta este año, cuando la demanda de petróleo ha caído por culpa del COVID-19 hasta en 10 millones de barriles diarios. Así es que los pronósticos cambian también.

Ahora bien, otras fuentes auguran que la demanda mundial de petróleo crudo por debajo de los niveles de 2019, en parte, por las acciones que los gobiernos han puesto en marcha para acelerar la transición energética.

El carbón sigue constituyendo la principal fuente de energía a nivel mundial aunque su contribución representará menos del 20% en 2040, según estima en el informe Energy Outlook 2020 la Agencia Internacional de la Energía, que en paralelo señala que la energía solar se coronará como principal fuente de energía por sus bajos costes. 

La demanda de petróleo está fuertemente vinculada al transporte por carretera, a la aviación y a los productos petroquímicos. Motivo por el cual en coronavirus ha supuesto un revés para el sector del crudo. Una situación que se agrava a medida que se abaraten los costes de las tecnologías limpias.