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Positivo y Negativo: Mi viejo cuaderno de tareas, por Emilio Santamaría S.

Mi viejo cuaderno de tareas
por Emilio Santamaría S.

Cuando viene el año nuevo, en esa última semana que suele haber entre la Navidad y el cambio de año, invariablemente recuerdo a mi madre y a un viejo cuaderno en el que hacía mis tareas en el primer grado. Tenía mi padre un restaurante en el centro mismo de la ciudad de México, donde nací. Debió ser un buen negocio, pero esclavizaba a mis padres casi por completo, porque tenían que dedicarle muchas horas de trabajo. Mi hermano mayor y yo íbamos a la misma escuela. Cuando regresábamos por la tarde, corríamos para abrazar a mi madre que siempre estaba pendiente de la hora de llegada. Recuerdo que comíamos en una de las mesas del restaurante, y luego nos ponían en una bodeguita para hacer “la tarea”, los deberes escolares que invariablemente nos dejaban nuestros maestros. Esa “tarea” la tenía yo que hacer en un cuaderno que al paso de los días, y el poco cuidado que yo le había dado, se había deteriorado increíblemente. Estaba enroscado de las esquinas, manchado de huevo y completamente lleno de borrones y tachaduras. ¡Cómo lo recuerdo! Lo tengo tan presente que casi puedo verlo. Muchas veces le supliqué a mi madre que me comprara otro. Pero ella se empecinó en que terminara el año con las hojas que quedaban en blanco.

Finalizaron las clases. Y al poco tiempo, me enteré que comenzaban otra vez. El primer día de clase el profesor me dio una lista con los nuevos útiles. Aquella tarde mi madre salió a comprarlos. Jamás podré olvidar la emoción al recibirlos. Revisé uno por uno, pero no encontré el “Cuaderno de Tareas”. Temí que se me pidiera usar el viejo. Pero no, mi madre tenía uno nuevo en la mano y me lo entregó diciendo: “a ver si éste si lo cuidas”. Me juré que lo cuidaría, y escribiría todo, con “buena letra”.

Cuando viene el año nuevo, en esa última semana que suele haber entre la Navidad y el cambio de año, invariablemente recuerdo a mi madre y a ese viejo “cuaderno de tareas”. Y es que con la llegada de un nuevo año, en cierta forma se nos entrega un cuaderno limpio. No importa la forma en que hayamos usado el anterior. Lo importante es que sentimos que tenemos una nueva oportunidad.

LO NEGATIVO: No percibir la oportunidad que trae consigo cada año nuevo.

LO POSITIVO: Decidirnos a escribir con buena letra en ese cuaderno que es este 2019.

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